SPIKERMAN Y VAIMACA
intelectuales del balompié
Invierto una gran parte de mi tiempo en intentar demostrar que ser un enfermo del fútbol (y aún más haberlo jugado) te da una superioridad moral, actitudinal, existencial, o más bien absoluta, en cualquier aspecto de la vida.
Hola, soy Diego. Delantero goleador hasta que deje de hacer goles y luego deje de ser delantero y luego deje de ser jugador. Ahora, escribo para vivir. En el 86 yo estuve en el estadio el día que Peñarol y Uruguay empataron 1 a 1.
Una especie de reflexión histórica casi sin investigación ni fundamentos sobre el milagro del futbol mundial.