Decime fúbol

Se enamoraron. Y como en una relación tóxica el fútbol se dejó cambiar.

Los que conocen la tierra de los primeros Campeones del Mundo saben que la lengua de los que reglamentaron el fútbol no se nos da. Casi nos da vergüenza pronunciarla bien; imaginate por el 1900.

Ahora es más fácil entender reclamos como ¨Orsaiii, eso es orsaiii ¨que la regla en sí misma.

Los fau, los golazos, la gambeta, los caños, las jopeadas, los afanos, la verónica, zagueros de uña negra y mil inventos más, redefinieron un juego que se transformó en una especie de acervo cultural casi genético propiedad de la tierra de los primeros Campeones del Mundo (sí, segunda vez que lo digo y podrían ser cuatro como las estrellas de la casaca celeste, pero ya se entendió).

Si te pregunto quién es usualmente el creativo en un grupo de once players que defienden con esmero sus colores, seguro pensás en un petiso con el número diez en su espalda…pero no, los verdaderos creativos fueron los once caudillos que inventaron la vuelta olímpica al conquistar la presea dorada en 1924. Sí, por 2 veces lo lograron, de ahí las 4 estrellas que Chile nunca va a tener, ¿cachai?