De Trigueño a Suarez
Invierto una gran parte de mi tiempo en intentar demostrar que ser un enfermo del fútbol (y aún más haberlo jugado) te da una superioridad moral, actitudinal, existencial, o más bien absoluta, en cualquier aspecto de la vida.
Invierto una gran parte de mi tiempo en intentar demostrar que ser un enfermo del fútbol (y aún más haberlo jugado) te da una superioridad moral, actitudinal, existencial, o más bien absoluta, en cualquier aspecto de la vida.